Y llevaba todo el día triste y desganada por ser el día que es y tener que pasarlo por alto...
Y pensaba todo el día en que es un Jueves Santo extraño, en el que echo de menos a personas tan importantes en mi vida...
Y después de todo el día llega la noche y todo se vuelve oscuro y mis pensamientos más negros...
Y de pronto una llamada de mi prima, a la que tanto echo de menos, para que oiga los tambores de la procesión del Silencio. Y me hace tan feliz que se me van todas las penas.
Eso es para mí la emoción de la Semana Santa.
Por cierto, Mar te quiero con locura...